Desde antes que Jesús El hijo de Dios, nuestro divino salvador fuera llevado al reino de los cielos 40 días después de su resurrección, ya les había hablado a sus discípulos muchas cosas acerca de su glorioso Espíritu Santo. Cosas que los apóstoles no entendieron al principio, a pesar de que él mismo se las enseñó, sin embargo los discípulos no lo entendieron sino tiempo después. De esa misma forma sigue sucediendo en nuestros días, pues una gran mayoría de los creyentes en el evangelio no han entendido muchas de las palabras que nuestro Señor Jesucristo nos habla en las sagradas escrituras, referente a su glorioso Espíritu Santo, a pesar de que las han leído varias veces. Estudiaremos pues algunos puntos muy importantes que Dios quiere que entendamos, desde luego, a la luz de la misma palabra de Dios y no basado en interpretaciones o ideas personales ni de alguien más. Permitiendo que el mismo Espíritu Santo nos enseñe lo que Él mismo inspiró a sus santos servidores a escribir en ese libro amado llamado La Santa Biblia. Y sabiendo que Dios nos dice que su pueblo es destruido por falta de conocimiento (Oseas 4, 6 LBLA) y que Satanás se aprovecha de la ignorancia de los creyentes para mantener a la iglesia esclava e ignorando del poder que Dios nos ha dado. Es mi ruego a Dios que abra el entendimiento de los lectores para que su palabra penetre, cobre vida en cada uno y encienda el fuego de su Santo Espíritu en esos corazones y haga en cada uno aquello para lo que la envió Dios.