El autor asume en las p ginas de este libro que el evangelio es una verdad p blica y que, por tanto, es un mensaje que no queda circunscrito en los templos, ni se trata de un discurso religioso destinado a seres incorp reos, sino un mensaje que confronta todos los factores que oprimen y cosifican a los seres humanos, y que produce una nueva humanidad en la cual desaparecen los prejuicios sociales y los mecanismos de discriminaci n que separan a los seres humanos.
Se trata, pues, de un an lisis bastante completo, a partir del Evangelio de Lucas y otros textos b blicos complementarios, para afirmar con claridad que Dios est del lado de los pobres, los marginados, las viudas, los hu rfanos, los desechados de la sociedad, los despojados de sus derechos m s b sicos, los explotados y humillados por los poderes dominantes y hegem nicos. As , nadie que lea esta obra quedar inmune a la voz del Esp ritu, que cortar nuestras conciencias como espada de doble filo dado que Jesucristo nos llama a encarnar una espiritualidad integral que no separa lo espiritual de lo secular, la fe de las obras, sino que afirma el compromiso social y pol tico como aspectos esenciales de la misi n cristiana.
El libro alude a los cambios que se observan en el mundo evang lico en general y en el pentecostal en particular. Uno de estos cambios tiene que ver con la toma de conciencia acerca del papel de los cristianos en relaci n a la realidad social, econ mica, pol tica y espiritual en la que tenemos el llamado a vivir la fe y dar testimonio de Jesucristo.