Habiendo estado esclavizados al pecado, aceptamos con naturalidad que las cosas pecaminosas son satánicas; pero creemos también que las cosas del mundo son satánicas?
Muchos de nosotros, creo, que dudamos aún de esto. Sin embargo, con cuánta claridad nos afirman las Escrituras que "el mundo entero está bajo el maligno" (1 Juan 5:19). Satanás bien sabe que, hablando en términos generales, es vano e inútil procurar enlazar a los verdaderos creyentes por medio de cosas que son positivamente pecaminosas. Se darán cuenta del peligro y lo eludirán. De modo que ha ingeniado una red seductora, tan hábilmente confeccionada que atrapa hasta los hombres más inocentes.
Huimos de los deseos pecaminosos y hacemos bien, pero cuando se trata de cosas tan inocuas como la ciencia, el arte y la educación, con qué facilidad perdemos nuestro sentido de valores y caemos presa de su seducción! Este libro está dirigido a todos los creyentes que batallan contra el sistema del mundo, puesto que es un llamado a no andar divididos, a ser luz en medio de la oscuridad y acompañar a otros que necesiten de ayuda para seguir a Jesucristo, brindando herramientas profundas para la vida del cristiano. Es una voz de aliento para los que luchan cada día y una advertencia a no caer en el descuido.