Percy Bysshe Shelley y John Keats fueron, junto a Lord Byron, los m s importantes poetas que el romanticismo brit nico dio al mundo. Sus vidas, llenas de puntos en com n, justifican un abordaje en conjunto de sus obras, que, incomprendidas porigual en su poca, en muchos aspectos resultan profundamente complementarias entre s . La del primero es un exaltado grito de rebeli n contra su propio tiempo; la del segundo, un retorno est tico a la belleza de un pasado olvidado. Shelley intenta derribar a Dios; Keats nos propone a cambio el culto a las amables figuras del paganismo. Uno pone al hombre en el centro de su credo; el otro, a la idealizada imaginer a de los mundos tanto hel nico como medieval. En lo que ambos confluyeron fue en el culto a la naturaleza y a la belleza: Shelley desde una aproximaci n intelectual, Keats desde una aproximaci n est tica. Y quiz s fue por todo eso que el primero mostr tan gran aprecio por la producci n del otro y se dej influenciar por ella. Hab a advertido, en esas obras arcaizantes y ferozmente vituperadas por la critica, que no estaba del todo solo en su cruzada contra su poca, y as fue que, ante la intempestiva muerte de su joven colega, su respuesta fue la inmediata escritura, como despedida, canto f nebre pero tambi n como apolog a justiciera, del monumental 'Adonais', un poema que hermana para siempre a ambos autores en la misma lucha, y un poema que los hermana para siempre en una misma eternidad. El presente volumen nos ofrece una cuidada selecci n de algunas de las obras m s representativas de ambos autores. Por el lado de Shelley encontramos, contando poemas y fragmentos, m s de cincuenta t tulos, entre los que se incluyen joyas como el 'Himno a la Belleza Intelectual', 'Ozymandias', la 'Oda al Viento Oeste', 'A una alondra', 'La nube', 'Epipsychidion', 'Adonais' y dos pasajes del drama l rico 'Prometeo desencadenado'. Por el lado de Keats, la n mina comprende sus cinco c lebres odas, sonetos, 'La Belle Dame sans Merci', 'Lamia', 'Hiperi n' y dos fragmentos de 'Endimi n', entre otros. En suma, un libro esencial para adentrarse en el romanticismo brit nico y para dejarse llevar por el vital lirismo y la belleza helenista de dos de sus mejores bardos.