Hacer discípulos es el corazón de lo que consideramos como la gran comisión que como pueblo de Dios se nos asignó. Este material contiene principios que pueden efectivamente desarrollar la identidad de lo que fuimos llamados a ser: discípulos de Jesucristo. No se trata de mera educación teórica, sino de instrucciones para ser aplicadas de modo que podamos vivir y compartir vida abundante. El conocimiento de Dios de forma que afecte nuestro diario vivir, el descubrimiento de la naturaleza de la fe genuina y su aplicación para producir frutos, cómo comportarnos mientras atravesamos por pruebas y tentaciones, son varios de los temas que te enriquecerán mientras atraviesas la jornada de discipulado que este libro comparte. Si Dios es el mismo ayer, hoy, y siempre, la misma plenitud que se manifestó en los primeros seguidores de Cristo ha de manifestarse hoy en nosotros.